... Quisiera naufragar, ahogarme en tus océanos,
y a la vez...
Resucitar.
Acaricias mi aura,
tuyo es mi yo interior...
tuyo es mi yo interior...
Tu sombra es mi objetivo,
qué más puedo
anhelar.
El otoño a tí me acerca. Mi invierno está en tu abril...
Das color a mis sueños y forma de ave a mi voz,
que busca en tus oidos, lugar para anidar...
Abrázame eternamente... Concédeme soñar.
Que tu mirada en mí sea eterna, que yo no pueda retornar.
Pues ella es mi alimento,
motivo espiritual.
Tu sonrisa es mi consuelo,
ya la he de provocar
hasta que comprobemos que la dicha hace llorar.
Tu llanto es una fuente de miel diamante y sal,
que edifica mi destino
constante y vencedor.
Lo que pretendo es explicarte,
mostrarte lo que tú motivas en mi vida,
mi entorno y realidad.
Yo sueño, canto y amo...
Edifico, apasento y me consuelo consolando.
Construyo tu castillo para que reines al llegar.
Soy tu caballero, tu siervo, tu plebeyo.
Lo que hayas de necesitar.
Seré un águila, un albatros, un cóndor o un burro volador.
Por tí y para tí puedo ser todos los días tu bufón, tu buscador, y conquistador,
tu dueño, tu amo, tu esclavo, tu sueño o realidad.
Tu compañero idóneo.
Siempre tu consuelo, nunca tu dolor.
Hay quien me dice que no existes,
otros que no llegarás,
mas para tí me he preparado.
Yo soy tu buscador.
*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario