La Mujer...



... La Mujer de mis sueños es una mujer valiente...

... Más valiente de lo que ella piensa
que lo es, por eso está donde está...
... Y no ha claudicado...

La Mujer de mis sueños me edifica y complementa.




...Ha sufrido tanto que no puedo ni siquiera imaginarme su dolor.


... La Mujer de mis sueños,
ha colaborado con nuestro Padre para instruirme y prepararme,
para hacerla yo reír todos los días de su vida eterna...


La Mujer de mis sueños es mi ayuda idónea,
la necesito de forma semejante como necesito a Dios mismo.

... Por ella me he ido convirtiendo y llegaré a ser discípulo de Cristo...


Para servirla... Para amarla.


... Ella está dispuesta a perseverar hasta el fin como lo indica el Señor... A la manera del Señor...


Ella es imperfecta aunque no tanto como yo...


Ella me ha amado siempre, aún desde la vida premortal,
me ha amado igual y muchas veces más que yo.


... Ella está dispuesta al sacrificio por sus hijos, sus amigos,
y aunque se duele, no se atemoriza ante el dolor...

No es mi ideal, no es mi fantasía o ilusión...

¿Cómo podría ser de mí algo de o en ella mío, cuando soy yo quien a ella pertenezco?

… La Mujer de mis sueños,

me ha enseñado con sus padecimientos, hambres y noches enteras de desvelo,
que la raíz de mi ideal fue y será en su alma,
corazón, espíritu y vientre,
ofrendando frutos de gratitud a nuestro Creador.


Con sublime gracia me mostró que florecen mis fantasías en la fuente de su canto
y en el elixir de su risa,
que mi ilusión ha sido enaltecida, obteniendo el privilegiado propósito de enjugar sus lágrimas,
no para siempre,
solo siempre que lo necesite,
no para evitárselas, solo para compartirlas.


... La Mujer de mis sueños es inquieta y contradictoria en su conducta y su mente.







Ella es un hermoso y afortunado desafío, creado
para edificarme,
y en el Amor perfeccionarme…






Que la falta de cordura es su característica constante… Sí... Ella es un ángel que aceptó ese desafío para rescatarme.


La Mujer de mis sueños respeta mi albedrío, como única posesión que es solo mía,
y por cualidad inherente yo decido,
que todo el entorno edificante de mi vida,
de eternidad en eternidad, estarán siempre dispuestos hacia Dios…
O lo que es lo mismo, para todos Sus hijos e hijas…


Comenzando por ella, mi pareja eterna, la poseedora de mi ideal, de mis ilusiones y fantasías, Mahana...

La Mujer de mis sueños...

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1 comentario:

Anónimo dijo...

UN BESO !!!